síndrome del nido y embarazo

Síndrome del Nido y Embarazo

En primer lugar, de dónde sale ese nombre, Síndrome del nido, por lo visto esto que nos pasa, sobretodo durante el Tercer Trimestre de embarazo, es lo mismo que les ocurre a las aves cuando están a punto de tener a sus polluelos, se ponen a preparar el nido ante la inminente llegada de nuevas vidas. ¡Vaya! Qué casualidad…. yo que odio profundamente a los pájaros, no por nada en particular, nunca me hicieron nada, al  menos que yo sepa, pero sí, soy de esas personas que no pueden ni estar al lado de un diminuto e inofensivo pajarito, lo que se conoce como ornitofobia, ya sólo el nombre me produce ansiedad…

¿Cuándo empecé a sentir el Síndrome del Nido?

Pues bien, en mi caso, cuando más noté este ¿Síndrome? (uff que palabra más fea) vamos a llamarle éste “Efecto”, a lo que iba, cuando más note el efecto del Nido fué en mi primer embarazo, me volví muy crazy y casi desmonto la casa entera y es que, la verdad, no estaba preparada para la llegada de Jorge.

Lo mío empezó antes del tercer trimestre, yo diría que estaba embarazada de 6 meses cuando ya estaba empezando a ponerme nerviosa y ver todas las cosas que me faltaba preparar, lo primero que hicimos fue empapelar la habitación (si, si, empapelar, es lo que tiene ver mucho pinterest). Y allá que nos fuimos a Leroy Merlin con el bombo a elegir un papel pintado digno de la habitación de nuestro precioso retoño.

Luego llegaría todo lo demás, que si una cama nido, (otra vez con los pájaros), por si venía alguna visita, básicamente la abuela y no tenía donde quedarse, en ese momento sólo teníamos dos habitaciones, que si la minicuna, que si la cuna, que si el armario, que si el store… bueno, ya sabéis, todo lo que requiere la habitación de un enanillo, que no es poco.

 

 

Después cuando ya teníamos esto listo, decidimos que la cocina no estaba muy acondicionada, así que nos metimos “manos a la Obra”, tal cual, dicho y hecho, una obra en casa con una preñada de 7 meses, os podéis imaginar la locura, ahí si que me subía por la paredes, polvo hasta en las pestañas, obreros por todos lados, sin poder cocinar, en fin…. locura total aproximadamente durante un mes, en definitiva, No se os ocurra hacer obras durante el embarazo y si lo hacéis que sea lo antes posible, por que luego la cosa se va complicando y mucho.

Aquí el resultado… mereció la pena, pero no os lo aconsejo en absoluto.

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CONSEJOS ANTE EL SÍNDROME DEL NIDO
Si sientes que necesitas tener todo en orden y listo para cuando venga tu bebé o bebés, no te preocupes es normal, ese deseo irrefrenable de tener todo impecable, mega limpio y en plan revista, esa súper energía que te entra de pronto que parece que te vas a comer el mundo, aunque a las dos horas estás reventada en el sofá, eso también es normal.
Lo mejor es no agobiarse, tomarse las cosas con calma ¡Keep calm baby! que esto va para largo, el último trimestre se hace súper, hiper, mega largo y tus fuerzas no son las mismas que cuando empezaste con ésta gran aventura que es estar embarazada y convertirse en mamá.
Dedica cada día un ratito a hacer aquello que se te ha ocurrido para la habitación del bebé, para lavar la ropita nueva, para hacer las compra de todo lo que necesites, pero sobretodo descansa, prepara tu cuerpo para la última etapa, haz ejercicio moderado, sal a pasear en plan tranqui, queda a comer con tus amiguis, despeja tu mente.
No utilices productos tóxicos cuando te dé la vena de limpieza profunda o pintar la casa de arriba a abajo,  y si lo haces, al menos utiliza protección,  como diría tu madre: “¡Chica! ponte guantes y mascarilla al menos!”
Y lo más importante, descansa, descansa y descansa, todo lo que puedas, sé que es muy complicado, por que no encuentras la postura en la cama, por que tu “radio mente” (como diría Charuca) no para en toda la noche, por que se te ha olvidado hacer algo y dudas  si levantarte a las 3 de la mañana y acabar con la incertidumbre, por que tienes otro baby que no te ha dejado pegar ojo… Si, lo sé, yo también lo he vivido, pero en serio… intenta descansar y preparar tu cuerpo para el gran acontecimiento que es el momento del parto, por que esas fuerzas te van a venir de perlas.
Y bueno… ya te he contado mi experiencia… ¿Tú cómo lo llevas? ¿Has sentido el “Efecto nido”? Te ha dado por hacer obras antes del nacimiento de tu retoño? Cuenta, cuenta… soy toda ojos! ;D
¡Hasta pronto. Besitos!

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